Las personas con discapacidades conforman uno de los grupos más marginados del mundo. Esas personas presentan peores resultados sanitarios, obtienen resultados académicos más bajos, participan menos en la economía y registran tasas de pobreza más altas que las personas sin discapacidades.
Hoy en día la discapacidad se considera una cuestión de derechos humanos. Las personas están discapacitadas por la sociedad, no sólo por sus cuerpos. Estos obstáculos se pueden superar si los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, los profesionales y las personas con discapacidad y sus familias trabajan en colaboración. El Informe mundial sobre discapacidad publicado por la OMS/el Banco Mundial nos muestra el camino a seguir.
1.- Más de 1.000 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad.
Esta cifra representa alrededor del 15% de la población mundial. Entre 110 y 190 millones de personas tienen grandes dificultades para vivir normalmente. La proporción de personas con discapacidad está aumentando, lo que se atribuye al envejecimiento de la población y al aumento de las enfermedades crónicas a escala mundial.
2- La discapacidad afecta de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables.
Los países de ingresos bajos tienen una mayor prevalencia de discapacidades que los países de ingresos altos. La discapacidad es más común entre las mujeres, las personas mayores y los niños y adultos que son pobres.
3.- Las personas con discapacidades no suelen recibir la atención de salud que necesitan.
La mitad de las personas con discapacidades no pueden pagar la atención de salud, frente a un tercio de las personas sin discapacidades. Las personas con discapacidades son más de dos veces más propensas a considerar insatisfactorios los servicios de salud que se les dispensan. Son cuatro veces más propensas a informar de que se las trata mal y casi tres veces más propensas a que se les niegue la atención de salud.
4.- Los niños con discapacidades tienen menos probabilidades de ser escolarizados que los niños sin discapacidad.
Se observan desfases entre las tasas de finalización de los estudios para todos los grupos de edad y en todos los contextos, con contrastes más pronunciados en los países más pobres. Por ejemplo, la diferencia entre el porcentaje de niños discapacitados y el porcentaje de niños no discapacitados que asisten a la escuela primaria oscila entre el 10% en la India y el 60% en Indonesia.
5.- Las personas con discapacidades tienen más probabilidades de estar desempleadas que las personas no discapacitadas.
Los datos mundiales indican que las tasas de empleo son más bajas para los hombres con discapacidad (53%) y las mujeres con discapacidad (20%) que para los hombres sin discapacidad (65%) y las mujeres sin discapacidad (30%). En los países de la OCDE, la tasa de empleo para las personas con discapacidad (44%) ascendió a poco más de la mitad de la correspondiente a las personas sin discapacidad (75%).
6.- Las personas con discapacidades son vulnerables a la pobreza.
Las personas con discapacidades viven en condiciones peores –por ejemplo, alimentación insuficiente, vivienda precaria, falta de acceso al agua potable y el saneamiento– que las personas sin discapacidad. Debido a los costos suplementarios que generan, entre otras cosas, la atención médica, los dispositivos de ayuda o la asistencia personal , las personas con discapacidades suelen ser más pobres que las no discapacitadas con ingresos similares.
7.- La rehabilitación ayuda a potenciar al máximo la capacidad de vivir normalmente y a reforzar la independencia.
En muchos países, los servicios de rehabilitación son insuficientes. Datos procedentes de cuatro países del África meridional indican que sólo entre un 26 y un 55% de las personas que requerían servicios de rehabilitación médica los recibían, y sólo entre el 17 y el 37% de los que necesitaban dispositivos de ayuda (por ejemplo, sillas de ruedas, prótesis, audífonos) podían acceder a ellos.
8.- Las personas con discapacidades pueden vivir y participar en la comunidad.
Incluso en los países de ingresos altos, entre el 20% y el 40% de las personas con discapacidades no ven por lo general satisfechas sus necesidades de asistencia en relación con las actividades que realizan cotidianamente. En los Estados Unidos de América, el 70% de los adultos confían en sus amigos y familiares para que les brinden asistencia en sus actividades cotidianas.
9.- Los obstáculos discapacitantes se pueden superar.
Los gobiernos pueden:
• promover el acceso a los servicios generales;
• invertir en programas específicos para las personas con discapacidades;
• adoptar una estrategia y plan de acción nacionales;
• mejorar la educación, formación y contratación del personal;
• proporcionar una financiación adecuada;
• aumentar la conciencia pública y la comprensión de las discapacidades;
• fortalecer la investigación y la recopilación de datos; y
• garantizar la participación de las personas con discapacidades en la aplicación de políticas y programas.
10.- La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad tiene por objeto promover, proteger y asegurar el goce de los derechos humanos por todas las personas con discapacidad.
Hasta la fecha han firmado la Convención cerca de 150 países y organizaciones de integración regional, y 100 la han ratificado. El informe de la OMS/el Banco Mundial sobre discapacidad proporciona las mejores pruebas científicas disponibles para asegurar el mejoramiento de la salud y el bienestar de las personas con discapacidades en consonancia con la Convención.